Gestión estratégica de activos

Optimice las intervenciones de mantenimiento y rehabilitación de infraestructuras de riego.

Aprendizaje automático para determinar los niveles de servicio de mantenimiento y minimizar los costes

Al igual que todas las operadoras dedicadas al tratamiento y distribución de agua, las comunidades de regantes cuentan con una gran base de infraestructuras. Con la llegada de los programas de modernización del riego, dichas infraestructuras están aumentando, al igual que los costes de mantenimiento. Al mismo tiempo, los ingresos relacionados con el consumo de agua están disminuyendo.

La vieja práctica de cambiar las infraestructuras al final de su vida útil ya no es viable económicamente y ahora es indispensable adoptar un nuevo método basado en la optimización de los costes a lo largo del ciclo de vida de las infraestructuras.

Gestionar las infraestructuras de forma estratégica significa procurar que las intervenciones necesarias para su mantenimiento se realicen en el momento oportuno para que vuelvan a estar en buenas condiciones y proporcionar el nivel de servicio adecuado. Ya no se trata de actuar tras recibir evaluaciones de condiciones o informes de equipamiento inoperativo.

Los costes se optimizan porque solo se mantiene o se renueva al nivel necesario, no necesariamente como si fuera nuevo, y porque se interviene a partir de la información disponible en la curva de costes del ciclo de vida de cada tipo de infraestructura. Por ejemplo, intervenir cuando está poco deteriorada suele ser menos costoso que cuando está más deteriorada.

Persona comprobando en una tablet el estado de sus activos

El punto de partida de la gestión estratégica de infraestructuras es definir los niveles de servicio y los posibles riesgos. A continuación, se recopila información sobre las infraestructuras para definir tipologías con ciclos de vida similares o para valorar cómo se deteriora el servicio como porcentaje de la vida útil restante. A continuación, se determinan todos los tipos de intervención, desde la adquisición, el mantenimiento y la supervisión hasta la eliminación, sus costes y su efecto en la mejora del nivel de servicio. A continuación, se evalúa el estado de todas las infraestructuras y el valor de sustitución, así como los costes que comportarían los diferentes riesgos identificados y los posibles fallos de la infraestructura.

 

Con toda esta información, se pueden probar varios escenarios hipotéticos para saber cuándo intervenir y ver el efecto en el nivel de servicio, el estado de las infraestructuras y la evolución de los riesgos, y elegir aquel que minimice los costes.

Existen varias herramientas excelentes para automatizar este último paso, optimizando el gasto y ofreciendo opciones para tomar decisiones. Sin embargo, sin la ardua labor preliminar de recopilación y categorización de datos, estas herramientas son de poca utilidad. Aquí es donde ADASA, con su experiencia, entra en juego.

En el caso de un cliente, pudimos pasar de una situación de gastos anuales desorbitados a una en la que se podía conocer con seguridad el gasto de capital necesario durante 30 y 50 años, y conseguir los resultados esperados en cuanto al servicio. Entonces pudimos identificar una serie de alternativas de financiación y mecanismos de fijación de precios para apoyar su estrategia.

Un ejemplo diferente fue el de otro cliente que nos pidió que utilizáramos el aprendizaje automático para examinar todas las actividades de mantenimiento de infraestructuras realizadas y determinar cuáles afectaban realmente a los niveles de servicio. Este cliente quería un enfoque más ágil y específico para el gasto y la diferenciación del nivel de servicio en sus infraestructuras, con el fin de que estas fuesen asequibles para sus usuarios y apropiadas para el servicio. Se descubrió sorprendentemente que una serie de actividades resultaban caras e innecesarias, lo que supuso finalmente un ahorro.

Beneficios

  • Reducción de los costes y riesgos de las infraestructuras y mejora del servicio mediante la determinación de los ciclos de vida, las condiciones y las valoraciones de las infraestructuras.
  • Optimización de las intervenciones de mantenimiento y rehabilitación para alcanzar los objetivos en materia de nivel de servicio y riesgos.

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